EMDR y Neuroplasticidad: Cambia tu Cerebro, Cambia tu Vida

EMDR transforma tu cerebro

La Terapia EMDR posibilita la neuroplasticidad

La Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR) es una terapia psicológica que, en el ámbito de la neurociencia, sorprende por su eficacia en el tratamiento del trauma, así como de la depresión, la ansiedad, el duelo, fobias, obsesiones y la adicción. Una de las claves de su efectividad, radica en su capacidad para aprovechar la neuroplasticidad del cerebro, es decir, su habilidad para cambiar mediante la formación de nuevas conexiones neuronales. Esto significa que los pensamientos y emociones negativas que sientes ahora no tienen por qué perpetuarse; es el momento de elaborar correctamente las experiencias negativas: Cambia tu cerebro, cambia tu vida

Conocer la Neuroplasticidad

La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar como respuesta a las experiencias vividas, el aprendizaje y las influencias ambientales. Este proceso dinámico permite que el cerebro se recupere de lesiones, se adapte a nuevas situaciones e incluso supere un trauma psicológico. Cuando una persona experimenta un trauma, el cerebro puede quedar «bloqueado» en un estado de “lesión emocional”, lo que provoca síntomas como depresión, ansiedad, fobias o ataques de ira. La neuroplasticidad permite que el cerebro «desaprenda» estas respuestas no deseadas y las reemplace con patrones de pensamiento y comportamiento más positivos.

Tras unas pocas sesiones de EMDR, los pacientes comienzan a sentirse más seguros, asentados y tranquilos, duermen mejor y se sienten menos ansiosos. Estos resultados reflejan los sorprendentes efectos de la capacidad del cerebro para cambiarse a sí mismo a través de nuevas conexiones neuronales, un «recableado» que permite integrar con normalidad las experiencias traumáticas del pasado.

Para que puedas comprender la interacción de la Terapia EMDR y la plasticidad cerebral, pongamos un ejemplo sencillo: una caída de bicicleta. Este hecho puede procesarse como un trauma que genera miedo o como una simple anécdota. Si continua siendo un trauma, la terapia EMDR ayuda a reprocesarlo, estimulando la plasticidad cerebral para sanar la lesión emocional.

EMDR y el proceso de curación del cerebro

La terapia EMDR implica el uso de estimulación bilateral (mover los ojos de derecha a izquierda y viceversa), generalmente a través de movimientos oculares guiados. Durante una sesión, el psicólogo guía al paciente para que evoque recuerdos angustiosos mientras participa en esta estimulación. La investigación neurocientífica indica que este proceso mejora la comunicación entre los hemisferios del cerebro, promoviendo la integración y el reprocesamiento de recuerdos angustiantes o miedos, lo que ayuda a evitar ansiedades futuras..

EMDR en el cerebro

Desde su aparición en la década de los 90, la terapia EMDR se mantiene como un tratamiento muy efectivo para el estrés, la ansiedad, la angustia interior, la depresión, fobias y adicciones, a menudo con resultados más rápidos y profundos que otras terapias de «conversación» más tradicionales.

El proceso terapéutico EMDR comienza con la estabilización de los síntomas y progresa hacia la sanación emocional, haciendo que desaparezcan los síntomas de ansiedad, estrés y miedos.

En muchos casos, las adicciones son un intento del paciente de aliviar los síntomas de lesiones emocionales subyacentes. Para acceder a estas causas, a veces no conscientes para el paciente, se puede recurrir a técnicas complementarias como la Terapia de la Caja de Arena, que permite proyectar el mundo interior de pensamientos y sentimientos difíciles de verbalizar.

Investigaciones que respaldan la terapia EMDR

La comunidad neurocientífica respalda plenamente que la terapia EMDR que aprovecha la neuroplasticidad para reconfigurar el cerebro.

  • El estudio del Dr. Marco Pagani (2012) utilizó electroencefalografía (EEG) para examinar la actividad cerebral en pacientes con antecedentes de estrés y trauma, antes y después de la terapia EMDR. Los resultados mostraron cambios muy significativos en los patrones de ondas cerebrales, indicando que EMDR facilitó el procesamiento de recuerdos dolorosos y redujo la hiperexcitación asociada al Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT).
  • Otros estudios, del Dr. M. Pagani et al. (2015) con resonancia magnética funcional, revelaron que la terapia EMDR conduce a una disminución de la activación en la amígdala (responsable del miedo) y a una mayor activación en la corteza prefrontal (asociada al pensamiento racional).
  • Investigaciones adicionales, como la de la Dra. J. Levin (1999), demostraron que EMDR puede alterar positivamente las redes neuronales, aumentando la conectividad del hipocampo (formación de memoria) con otras regiones para integrar los recuerdos traumáticos en una narrativa coherente, crucial para reducir síntomas intrusivos.
  • Bossini et al. (2011)**: Utilizando tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT), este estudio observó cambios positivos en la perfusión cerebral (el movimiento de la sangre desde el cerebro a otros órganos esenciales) después de llevar a cabo la terapia EMDR. Los resultados indicaron que EMDR condujo a un flujo sanguíneo normalizado en el sistema límbico, una región involucrada en la regulación emocional.

Estos hallazgos constatados científicamente, apoyan que la Terapia EMDR facilita la neuroplasticidad, al restaurar el equilibrio en las regiones del cerebro interrumpidas por el estrés o el trauma.

Conclusión

La Terapia EMDR emplea la neuroplasticidad inherente del cerebro para cambiar positivamente formas de pensar e integrar recuerdos y emociones no deseadas que condicionan nuestras vidas. Las investigaciones han demostrado que puede conllevar cambios muy significativos en la función y estructura del cerebro, facilitando el procesamiento de los recuerdos angustiosos y dando como resultado la reducción del estrés, los miedos, la ansiedad, fobias y adicciones.

Al aprovechar la neuroplasticidad, la Terapia psicológica EMDR ofrece una poderosa herramienta para mejorar la calidad de vida, liberarse del malestar interior y fortalecer la confianza y la autoestima.

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